Mi confrontación con la docencia.
Al recordar como llegué a ser profesora, debo reconocer que no estaba en mis planes realizar esta actividad, sin embargo, las circunstancias me llevaron a incorporarme a la vida laboral, mis problemas personales fueron un factor detonante para incursionar en la docencia.
Al morir mi padre, yo cursaba el segundo año de la licenciatura en economía, enfrentaba problemas económicos, aunque contaba con el apoyo de mi madre, ella estaba enferma para poder afrontar los gastos que implicaban mis estudios, en ese momento un profesor me invitó a dar clases como adjunta, aunque no recibía remuneración, realizaba la actividad con agrado porque estaba aprendiendo, poco tiempo después me invitaron a dar clases en una preparatoria, lo acepté porque esto me permitiría continuar con recursos económicos sin que tuviera que abandonar mis estudios, ahí estuve trabajando durante tres años.
Después renuncié para elaborar mi proyecto de tesis y poder obtener el título.
A unos días de haberme titulado, entre a trabajar a una vocacional ocupando horas interinas y con pocas posibilidades de basificar, un semestre después de estar ahí ingresé al Colegio de Bachilleres en donde me siento en casa porque soy egresada de esta institución y al regresar como docente me acogió muy bien y me ha permitido realizar esta actividad que disfruto día a día porque me ha dado muchas satisfacciones y me ha enseñado que cada día tenemos algo que aprender.
Al recordar como llegué a ser profesora, debo reconocer que no estaba en mis planes realizar esta actividad, sin embargo, las circunstancias me llevaron a incorporarme a la vida laboral, mis problemas personales fueron un factor detonante para incursionar en la docencia.
Al morir mi padre, yo cursaba el segundo año de la licenciatura en economía, enfrentaba problemas económicos, aunque contaba con el apoyo de mi madre, ella estaba enferma para poder afrontar los gastos que implicaban mis estudios, en ese momento un profesor me invitó a dar clases como adjunta, aunque no recibía remuneración, realizaba la actividad con agrado porque estaba aprendiendo, poco tiempo después me invitaron a dar clases en una preparatoria, lo acepté porque esto me permitiría continuar con recursos económicos sin que tuviera que abandonar mis estudios, ahí estuve trabajando durante tres años.
Después renuncié para elaborar mi proyecto de tesis y poder obtener el título.
A unos días de haberme titulado, entre a trabajar a una vocacional ocupando horas interinas y con pocas posibilidades de basificar, un semestre después de estar ahí ingresé al Colegio de Bachilleres en donde me siento en casa porque soy egresada de esta institución y al regresar como docente me acogió muy bien y me ha permitido realizar esta actividad que disfruto día a día porque me ha dado muchas satisfacciones y me ha enseñado que cada día tenemos algo que aprender.

No hay comentarios:
Publicar un comentario